Tras tres días de intenso trabajo y juegos, los pequeños participantes de esta inédita iniciativa conducida por la escuela San José Obrero de Coyhaique, del Vicariato Apostólico de Aysén, compartieron su “Manifiesto” a los adultos en la principal plaza de la ciudad.
En el escenario de presentación del “Manifiesto” Victoria Lancaster, una de las participantes de la iniciativa, expresó que “el ‘Ágora’ fue una buena actividad para salvar el mundo, porque me he estado dando cuenta que a todos solo nos interesa pasarnos dinero por las manos. El gobierno nos dice cosas que no cumple, promete hacer algo por la Tierra y no se está preocupando”.
“Tampoco —agregó Victoria— podemos culpar solo al gobierno. Nosotros, igual no hacemos nada por nuestro planeta. Y por eso, estamos aquí para salvar a la Madre Tierra, porque ella nos necesita y nosotros la necesitamos”.
Nicolás Labajos, encargado de pastoral de la escuela San José Obrero, fue uno de los adultos que acompañó estas jornadas del “Agora” o “Mini COP”. Explicó que en el trabajo realizado por los niños y niñas “se habló del medioambiente, del cambio climático y de las responsabilidades que tienen los adultos en esos temas. Pero la verdad —puntualizó— que decir que hablamos es mucho porque la idea era que los niños y niñas conversaran entre ellos y tomaran decisiones”.
Y así fue. Durante los tres días de desarrollo de este llamado “Ágora de los niños y niñas de la Patagonia” a través de diversos talleres artísticos y metodologías de juego y recreación, los pequeños participantes fueron profundizando sobre la realidad ambiental y social del mundo de hoy.
“Preocuparse de la naturaleza”
Sabrina Figueroa, otra pequeña participante, relató la experiencia de haber sido parte de este “Ágora de los niños y niñas de la Patagonia”. “Este encuentro —precisó—fue una reflexión sobre el mundo, el calentamiento global y todo lo que está pasando en el planeta, que es bastante grave. Está la contaminación que provocamos los humanos, las industrias; las personas que no toman conciencia del lugar en que vivimos”.
“Nosotros —continuó Sabrina— queremos ayudar a la gente a tomar conciencia de que el mundo está en peligro y si no hacemos algo se va a acabar. Los animales se están extinguiendo poco a poco, no van a haber plantas, el agua se va a terminar y no vamos a tener quién nos cuide; y solamente nosotros podemos cuidar esta Tierra. Mi mensaje para todos es: si se piensa hacer algo, lo primero es preocuparse de la naturaleza”, afirmó.
Otro participante, Gabriel Arenas, también compartió desde su perspectiva de niño un mensaje pensando en el futuro de la humanidad y la tierra en que vivimos. “Esta fue una jornada muy bonita en que los docentes y los monitores nos ayudaron reflexionar con actividades muy potentes”.
“Mi mensaje —enfatizó Gabriel— es que hay que hacer un cambio en nuestras vidas si es que queremos vivir en un lugar mejor. Será difícil pero hay que esforzarnos si queremos que la próxima generación, nuestros hijos, vivan en una buena ‘casa común’”.
De este modo, estos pequeños patagones de Coyhaique, Puerto Aysén, Ñirehuao, Valle Simpson, y vía online de Perito Moreno, Argentina, entregaron su visión sobre el cuidado de la “Casa Común” a los adultos, la que será conocida en toda su profundidad tras la publicación de la versión final del “Manifiesto de los Niños y Niñas de la Patagonia”.
Algunas frases del “Manifiesto”
– “La Tierra depende de nosotros”.
– “Los humanos no somos los únicos en el planeta. El mundo es de todo ser vivo. Hasta el más mínimo insecto tiene derechos como ‘habitante de la tierra’”.
– “Si los niños y niñas no nos unimos para cuidar el planeta nadie lo hará. No sirve hablar, sino actuar.
– “Somos iguales frente a Dios. No existe un planeta ‘B’”.
– “El agua no se vende. La Patagonia seca no queremos que sea”.
– “Por estúpidas guerras no habrá vida en nuestra tierra. ¡Que nada se extinga!”.
– “Exige respeto y denuncia la discriminación. La Tierra se está muriendo. Ayuda a cuidarla”.
– “Empieza a ser natural y deja de ser artificial. Exigimos que no corten los árboles”.
– “Los bienes comunes son de todos. Nadie es inmigrante”.
– “Todos somos la Tierra. Todos necesitamos un hogar”.
Fuente: comunicaciones.aysen@iglesia.cl